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A los ingenieros, la pandemia nos ha enviado su mensaje

Se debe mantener el aporte a la salud pública con la permanente contribución al sostenimiento de un ambiente ideal de agua, aire y suelo sano.

Por: Jairo Alberto Romero, director del Centro de Estudios Ambientales.

Como lo define la Organización Mundial de la Salud (OMS), la aspiración de cualquier ciudadano es tener siempre salud: estado de completo bienestar físico, mental y moral.

El problema actual, creado por la contaminación con la covid-19, despierta y revive la importancia de tener salud, y demuestra que nos hemos olvidado de hacer lo necesario para satisfacer óptimamente el objetivo social primordial de brindar salud a todo ciudadano.

Ojalá la coyuntura actual obligue a reconocer que para la prevención y la curación de una enfermedad se requieren conocimientos apropiados, vacuna preventiva, tratamiento efectivo, personal médico idóneo y capacidad hospitalaria suficiente.

Con el aislamiento y la cuarentena como estrategias de salud pública comunes adoptadas como medida política por parte del Estado, sólo se busca prevenir la propagación de una enfermedad respiratoria altamente contagiosa. Por eso, el distanciamiento social y las coberturas faciales contra emisiones e inmisiones respiratorias son claves a la hora de impedir la transmisión de una enfermedad de este tipo, como la gripa por covid-19.

Sin embargo, la gripa ha sido, es y será acompañante permanente del ser humano; por este motivo, la cuarentena no puede ser constante porque elimina el derecho irrenunciable a disfrutar de nuestra actividad social, profesional y laboral.

"A los ingenieros, la pandemia nos ha enviado su mensaje: mantengamos creciente nuestro aporte a la salud pública con nuestra permanente contribución al sostenimiento de un ambiente ideal de agua, aire y suelo sanos".

Jairo Alberto Romero

Director del Centro de Estudios Ambientales de la Escuela.

Reabrir todas las actividades económicas, sociales, educativas, deportivas, culturales y laborales es, evidentemente, una necesidad urgente, pero lo que se observa es un conjunto de medidas para responsabilizar al individuo o a sus empleadores de su protección individual, lo cual es simplemente responder con el aviso clásico de “Transite bajo su propia resposabilidad”, como si alguna vez se pudiera vivir sin responsabilidad propia.

Corresponde al Estado proveer salud pública mediante el aporte de los recursos económicos necesarios para brindar todos los medios y la seguridad requeridos para preservar el bienestar físico, mental, social y moral de la ciudadanía, condición esencial para tener una vida feliz.

A los ingenieros, la pandemia nos ha enviado su mensaje: mantengamos creciente nuestro aporte a la salud pública con nuestra permanente contribución al sostenimiento de un ambiente ideal de agua, aire y suelo sanos.