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51 años

¡Llenos de motivos para celebrar!

El quincuagésimo primer aniversario de la fundación de la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería estuvo marcado por la satisfacción del deber cumplido, el agradecimiento por cada logro alcanzado y el reconocimiento a quienes han hecho posible que un proyecto educativo de tal calidad haya superado el medio siglo de compromiso académico con el país.

"Este aniversario nos brinda un motivo para celebrar, para regocijarnos y para recordar que el compromiso de cada una de las personas que formamos parte de esta gran familia se fortalece con el tiempo. La institución adquiere un compromiso moral cada vez más sólido con la formación personal y profesional de nuestra juventud y de muchos profesionales", comenzó diciendo el ingeniero Héctor Alfonso Rodríguez Díaz, Rector de la Universidad, ante un escenario abarrotado.

"Y este compromiso con nuestro país se ha mantenido firme. Qué bueno recordar que la Escuela comenzó en Usaquén con un Programa de Ingeniería Civil que tenía 88 estudiantes, y ahora contamos con 12 programas de pregrado, 12 programas de especialización, 10 de maestría, un doctorado, una amplia oferta de educación continua y una infraestructura física y tecnológica que nos permite seguir avanzando en el camino de la excelencia", recordó el ingeniero Rodríguez Díaz.

Con orgullo, les recordó a los invitados, cofundadores, profesores, personal administrativo, colaboradores y familias, que todos los programas de pregrado cuentan con acreditación en alta calidad, algunos tienen acreditación internacional y la universidad posee acreditación institucional de alta calidad. "Hemos crecido de manera ejemplar gracias al esfuerzo de todos. Necesitamos expandir nuestra oferta académica e idealmente ofrecer programas en todas las áreas del conocimiento", afirmó el Rector.

51 AÑOS

Aseguró que los jóvenes de hoy han experimentado cambios y que el mundo se ha transformado, por lo que la educación superior en Colombia debe adaptarse a este entorno cambiante. El académico explicó: "Nuestro modelo debe aprovechar todos los apoyos y herramientas que nos brinda la tecnología. Debe ser un modelo educativo flexible que permita evaluar la calidad de los resultados de aprendizaje y las competencias necesarias para la formación profesional y el empleo. El desafío es considerable, pero nuestra responsabilidad es mayor, y con seguridad, cumpliremos como siempre lo hemos hecho. Hemos llevado a cabo nuestras actividades con el rigor y la calidad que corresponde".

Además de la generación de conocimiento y su rápida incorporación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el ingeniero Rodríguez Díaz instó a la comunidad a "continuar formando profesionales integrales, competentes y con valores. Debemos ofrecer posgrados más diversificados y vinculados a la investigación, fortalecer la internacionalización y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación. Debemos proporcionar una educación continua y diversificada para todos los grupos de la población. Debemos prepararnos para la reforma de la Ley 30 de educación superior y para la ley estatutaria de educación. Nuestro trabajo debe contribuir a fortalecer el modelo mixto de educación superior en Colombia".

Ingenieros que forman ingenieros

"Se ha hecho realidad la idea de que los ingenieros deben dedicarse a formar a los nuevos ingenieros, una idea que ha tenido un cumplimiento cabal en el medio siglo de actividades académicas de la Escuela", dijo durante su intervención el cofundador, miembro del Claustro y miembro del Consejo Directivo, Gonzalo Jiménez Escobar.

"Hoy registramos complacidos que tales actividades se han extendido de manera exitosa a profesiones afines, ampliando exitosamente la oferta para los bachilleres de las nuevas generaciones, sin menoscabo de los principios establecidos en la Declaración que tuve el privilegio de redactar y que constituye el preámbulo de los Estatutos.

"Las características distintivas de la formación de profesionales en la Escuela deben seguir siendo la alta preparación técnica y el espíritu de solidaridad social. La orientación de la Escuela debe seguir apuntando hacia la formación integral, tanto en aspectos científicos y técnicos como en aspectos humanísticos y sociales.

51 AÑOS

"La formación integral debe seguir siendo entendida como un proceso colaborativo entre estudiantes y profesores, motivados por la comunidad de objetivos, lo que requiere la participación activa de todos en dicho proceso. Además, debe basarse en un marco conceptual centrado en el estudio y el conocimiento de la realidad colombiana, para que los profesionales formados en la Escuela estén en condiciones de plantear soluciones autóctonas a los problemas nacionales y llevar a cabo esas soluciones con éxito.

"No está de más recalcar que quienes aspiren a formarse en la Escuela no deben ser discriminados por ninguna razón aparte de su capacidad, desempeño académico y su interés en obtener la formación integral antes mencionada.

Y, por supuesto, la Escuela debe seguir manteniendo una independencia total frente a cualquier afiliación política, racial, económica o religiosa, y, en consecuencia, debe mantenerse ajena a cualquier interés partidista originado en tales afiliaciones.

El académico agradeció al final de sus palabras a todos aquellos que han contribuido al cumplimiento de los propósitos y fines de la escuela en estos 50 años.

Cerró su intervención elevando una plegaria de gratitud al Altísimo por el éxito de la Escuela en esta primera mitad del centenario, e imploró su protección para el tiempo venidero.

Música, categorización y escudos

Durante la ceremonia se entregaron distinciones a los profesores eméritos: Jorge Eduardo Estrada Villegas, Manuel García López, Gonzalo Jiménez Escobar, Armando Palomino Infante y Manuel Ricardo Rincón Hernández. También se mencionaron las entregas anteriores a los profesores Jairo Uribe Escamilla y Ricardo Quintana Sighinolfi.

Asimismo, se entregaron diplomas de categorización y escudos por años de servicio a la institución.

La actuación musical estuvo a cargo de la agrupación Serenata Colombia, que utiliza guitarras, tiple y percusión autóctona como base instrumental para acompañar sus originales arreglos musicales a cuatro voces, distribuidas en sopranos (Gloria Camargo, Cecilia Morales, María Consuelo Caro), contraltos (Ángela Jaramillo, Esther de Cedeño, Carolina García Adriana Bernal), tenores (Martín Pereira, Fredy Carreño) y los bajos (Sergio Llano, Hernán Gómez, Ricardo Di Doménico), bajo la dirección de Martín Pereira Angarita.