Mucho se puede escribir sobre el proyecto de infraestructura vial más importante del país. Sin embargo, la noticia en estos momentos es que, luego de más de una década, el túnel de La Línea fue inaugurado en la primera semana de septiembre de este año. La obra completa del Cruce de la Cordillera Central estará finalizada en los primeros meses del año entrante, según anuncios del Gobierno nacional.
Los colombianos han podido recorrer al fin el túnel principal, que comprende 8,65 kilómetros, tres túneles adicionales, cinco viaductos y 13,4 kilómetros de doble calzada que acerca a los departamentos de Tolima y Quindío.

El túnel reduce en 8 kilómetros el trayecto entre Cajamarca (Tolima) y Calarcá (Quindío), y aumenta la velocidad de circulación de 18 a 60 kilómetros por hora. Voceros del Gobierno indican que el ahorro en tiempo de recorrido es de 90 minutos para vehículos pesados y de 40 para los livianos. Este es un ahorro en términos de competitividad y también de reducción en la siniestralidad vial.
El 8 de febrero de este año, fecha en la que se intensificaron las actuaciones para la instalación de los equipos electromecánicos requeridos para su operación, finalizaron las obras civiles del túnel y, por primera vez, se vislumbró su inauguración, la cual llegó a principios de septiembre.
“La discusión académica siempre será una fuente de conocimiento y solución de problemas que el campo de los túneles requiere”.
Para los profesionales que participaron en este proyecto, sin excepción, la obra ha significado un aprendizaje invaluable, un compromiso reforzado, muy pocas horas de descanso y una fuerte y natural presión por resultados.
Carlos Felipe Sabogal Ocampo, ingeniero civil y máster en Ciencias, quien se desempeña como gestor técnico del proyecto Cruce de la Cordillera Central, asegura que cada uno de los días que trabajó para el túnel de La Línea adquirió nuevo conocimiento y realizó un aporte al desarrollo de la obra.
Incluso, equipara esta experiencia a la de la vida universitaria, en la que el estudiante decide, de manera individual, si entrega su máxima capacidad y aprovecha los conocimientos y las oportunidades que le brinda el entorno.
Sabogal Ocampo, también máster en Tráfico, Transportes y Seguridad Vial y especialista en Administración y en Gestión Ambiental, habla de cinco de las muchas lecciones que le dejó al país el desarrollo de esta megaobra de ingeniería.