En una ceremonia cargada de orgullo y significado, la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito celebró la graduación de una nueva cohorte de profesionales, especialistas y magísteres. En total, 85 graduandos recibieron su título, marcando un hito en su trayectoria académica y en la historia de la institución.

De los programas de pregrado, 20 nuevos profesionales en Ingeniería Biomédica, Ingeniería Civil, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Ambiental y Economía recibieron sus diplomas, consolidando años de dedicación, esfuerzo y formación integral.
Por su parte, 65 graduandos entre especialistas y magísteres culminaron exitosamente sus estudios de posgrado, reafirmando el compromiso de la universidad con la excelencia académica y la formación continua.
Durante su discurso, la Rectora de la Escuela, la ingeniera Myriam Astrid Angarita Gómez destacó que este logro no es solo académico, sino también humano y social. “Esta celebración también es de quienes han caminado junto a ustedes, sus familias, sus profesores, y una universidad que se comprometió con su formación integral”, señaló.
La ceremonia fue también un espacio para reflexionar sobre el papel que los nuevos profesionales están llamados a desempeñar en un mundo en constante transformación. En ese sentido, la rectora hizo un llamado a liderar con conciencia, actuar con propósito y comprender que el conocimiento cobra verdadero valor cuando se pone al servicio de la sociedad.
“El mundo necesita líderes con pensamiento sistémico, sensibilidad social y una profunda conciencia del impacto de sus decisiones”, afirmó. Y agregó: “Los desafíos de hoy no se resuelven desde el aislamiento: requieren colaboración, empatía y humildad”.
Junto al mensaje de la Rectora, uno de los graduados compartió unas palabras con sus compañeros, recordando que el camino recorrido estuvo lleno de retos, pero también de valiosos aprendizajes.

“Estoy seguro de que muchos aquí atravesamos momentos en los que dudamos del camino. Días en los que no veíamos resultados, en los que el cansancio nublaba el propósito. Y, sin embargo, aquí estamos. Y eso dice algo muy valioso: que, a pesar de los obstáculos, todo es posible.
Y no significa que todo deba hacerse al mismo tiempo, ni de la misma manera, ni al ritmo de otros, porque para cada quien hay mil formas distintas de avanzar. Por eso, hoy más que nunca, les invito a vivir por convicción.
A que cada uno tenga el valor de construir su propio significado de éxito y, con ello, encontrar su propia respuesta a ese ‘¿por qué?’. Porque, al final, lo que importará no será cuántos títulos acumulemos, sino cuántas historias podamos contar con alegría en nuestra vejez”.
Ese llamado a vivir con autenticidad y compromiso se alinea con la visión institucional planteada en el Plan de Desarrollo 2024-2028, que promueve una educación que vincule lo técnico con lo humano, y que impulse el desarrollo sostenible, la equidad y la innovación con propósito.
Más allá de la celebración, el mensaje final de la ceremonia fue claro: Colombia necesita profesionales que no solo busquen un lugar en el mundo, sino que trabajen activamente por transformarlo. “Colombia es buena por ustedes, nuestros graduandos, que están listos para escribir nuevas historias. Historias de innovación con impacto, de emprendimiento con sentido, de liderazgo con humanidad”, concluyó la rectora.
Así, entre palabras sentidas y promesas de nuevos comienzos, la ceremonia cerró con una certeza compartida: lo aprendido va más allá de los títulos. Es la convicción de que cada graduando lleva consigo no solo conocimiento, sino la capacidad de transformar el mundo que lo espera.