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ELVIRA LEON

Elvira León Plata: la ingeniera que construyó su legado entre suelos, sueños y saberes

Graduada del Programa de Ingeniería Civil de la Escuela, Elvira León Plata es reconocida como una autoridad en temas geotécnicos en México y América Latina. Profesional íntegra, maestra dedicada, investigadora rigurosa, socia y jefa de proyectos en una destacada empresa mexicana, comparte su trayectoria, los recuerdos de su paso por la Escuela y una vida profesional que, con pasión y entrega, parece no tener fin.

Elvira León Plata es una mujer única. Una ingeniera brillante, cercana, entregada a su familia, a sus amigos, a sus antiguos compañeros de estudio, a sus profesores, y, por supuesto, a su profesión. Su historia es la de una mujer enamorada de sus proyectos, de su empresa, de los retos que ha sabido superar para ocupar el lugar que hoy merece. Es también la de una colombiana genuina, de buen humor, franca, analítica y, por lo que parece, con pocos defectos. Uno de ellos, quizás, es su dificultad para decir “no”.

ELVIRA LEON PLATA

Esta característica la ha llevado a asumir múltiples responsabilidades: tareas, trabajos, proyectos, clases, compromisos... incluso culpas ajenas. No se ha jubilado porque siente que aún tiene mucho por aportar. Mientras pueda caminar y moverse, dice, seguirá comprometida con la ingeniería civil, la geotecnia, y con su labor más importante: ser madre.

Bogotana de nacimiento y corazón, la ingeniera León Plata guarda los mejores recuerdos de la universidad que la formó: la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, a la que ingresó por recomendación de un amigo de infancia, apenas dos años después de su fundación. Entre risas, asegura sentirse casi como una fundadora.

Con la claridad de una ingeniera y la sinceridad de quien habla desde el corazón, recuerda que su sueño inicial era estudiar medicina. Presentó los exámenes para ingresar a la carrera, pero en ese primer semestre de libertad educativa decidió inscribirse en la Escuela, “para no quedarse sin hacer nada”. Lo que no imaginaba era que se quedaría para siempre. Le gustó todo: el campus, el ambiente, sus compañeros.

Corrían los años 70, una época en la que la participación femenina en la ingeniería era escasa y, a veces, mal vista. De 100 estudiantes hombres, ella era una de las 10 mujeres que desafiaban estereotipos. Recuerda con gratitud que sus compañeros las cuidaban, respetaban y valoraban por su dedicación y compromiso. También guarda un profundo aprecio por sus profesores, verdaderos mentores con vocación pedagógica a toda prueba.

Durante sus años como estudiante, se interesó por la ingeniería ambiental y se sintió atraída por el estudio de los suelos, un interés que la llevaría años después a especializarse en geotecnia. En 1982 viajó a México para realizar una maestría en Mecánica de Suelos en la UNAM, convencida de que allí encontraría lo que necesitaba. México también tenía otro valor agregado: allí vivía una tía querida, lo que facilitó su estancia. Inglaterra fue otra opción considerada, pero el idioma y la falta de red de apoyo lo hicieron inviable.

VII ENCUENTRO DE SUELOS Y ESTRUCTURAS

En México se enamoró de su cultura, su gastronomía, el tequila, y sobre todo de la calidez de su gente. La experiencia multicultural con compañeros chinos, dominicanos, ecuatorianos, venezolanos y mexicanos fue transformadora. “Cuando ya se es profesional, uno se da cuenta de que el estructurista no puede ir por un lado y el constructor por otro”, reflexiona. Lo que más le quedó fue la camaradería, la apertura y el trabajo en equipo.

Recuerda con admiración a quienes marcaron su formación profesional y humana, como el profesor Eulalio Juárez Badillo, así como figuras emblemáticas como Alfonso Rico, Abraham Díaz R., Leonardo Zeevaert y Guillermo Springall, con quien incluso compartió una comida. También agradece a sus maestros colombianos: Gonzalo Jiménez, Eduardo Silva (q.e.p.d.), Ricardo Salazar, Manuel García, Manuel Delgado (q.e.p.d.), Jairo Romero, y a quienes también formaron parte de su vida profesional: Guillermo Aycardi (q.e.p.d.), Armando Palomino, Jaime Isaza.

“Lo que más me enorgullece es que fui finalista con el mejor diseño geotécnico a nivel mundial”.

Ingeniera Elvira León Plata

Luego de trabajar junto a Springall, quien la invitó a su empresa tras los sismos de 1985 en México, regresó a Colombia, pero pronto volvió al país azteca, junto a su esposo, el también ingeniero Fernando Vera. Allí comenzó su historia con TGC Geotecnia, empresa dedicada a la ingeniería civil y la minería, con énfasis en la geotecnia. Su trayectoria incluye proyectos en mecánica de suelos, mecánica de rocas, túneles, carreteras y excavaciones.

Entre los proyectos que más recuerda están la renivelación de la Catedral de Ciudad de México, el trabajo en la Torre KOI, y el diseño de edificios en Monterrey, como la torre Punto Chapultepec, que alcanzó una excavación de 40 metros, algo inédito para su época.

VII ENCUENTRO SUELOS Y ESTRUCTURAS

En 1991, fue invitada a dictar la cátedra de Mecánica de Suelos en la Universidad La Salle, donde también enseñaba su esposo. Más tarde, lideró el programa de Ingeniería Civil, pero por razones personales —un embarazo avanzado— regresó a Colombia. Años después, volvió a La Salle para dictar la materia de Cimentaciones, clase que hace profundamente vivencial y práctica, con anécdotas, recorridos y experiencias reales.

A su labor como docente y conferencista, suma su faceta como investigadora y escritora, con importantes contribuciones a la geotecnia en México y el mundo. Actualmente es accionista y jefa de proyectos en una prestigiosa empresa mexicana de consultoría y construcción geotécnica. Participa activamente en el diseño y monitoreo geotécnico, y asegura que no delega tareas excepcionales: “no relevo trabajos”, dice con convicción. Continúa también como docente en la maestría en Diseño de Cimentaciones de la Universidad La Salle.

Así es Elvira León Plata, graduada ilustre de la Escuela Colombiana de Ingeniería. Una mujer profundamente humana, entregada a las personas, a sus causas, a sus alumnos y a su profesión. Una profesional apasionada, que nunca ha sentido su trabajo como un sacrificio, porque de él ha aprendido todo.

Cada día agradece su vida, la de su familia, sus colegas, estudiantes y a la Escuela que la formó. Para ella, la institución es ejemplo de lo que puede lograrse con vocación y compromiso. “En mi época faltaban muchas cosas; hoy en día, los chavos tienen herramientas que los ayudan a ser los mejores ingenieros”.

VII ENCUENTRO SUELOS Y ESTRUCTURAS

A los jóvenes les deja un mensaje claro y directo:
“El compromiso es primero con uno mismo y después con los demás. La Escuela les está dando las herramientas. Aprovechen todo lo que se les ofrece”.

Este año, durante el VII Encuentro de Ingenieros de Suelos y Estructuras, celebrado en la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, se vivió un momento significativo no solo para la ingeniería colombiana —por los avances presentados y el reconocimiento al creciente liderazgo femenino en el sector—, sino también para la ingeniera Elvira León Plata, quien tuvo la oportunidad de reencontrarse con antiguos profesores y compañeros de carrera.

En un espacio cargado de memorias y gratitud, la ingeniera León Plata se tomó unos minutos para evocar con emoción sus años de formación y compartir su visión sobre el futuro de la Escuela.

Siga aquí la entrevista completa.

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