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DSIM - Corpochivor

Academia y Corpochivor, una alianza sostenible

La Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito y la Universidad de los Andes “estudian” proyectos comunes con la Corporación Autónoma Regional de Chivor. Gobernanza del agua, ecosistemas estratégicos y biodiversidad, economía circular y energías limpias, algunos de los temas en los que la Corporación quiere apoyo de las universidades.

Por: Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito

Convencido de que la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito y la Universidad de los Andes tienen los recursos humanos, técnicos y científicos para terminar de consolidar el plan de acción que convertirá a Boyacá en un territorio agroambiental sostenible, el director de la Corporación Autónoma Regional de Chivor (Corpochivor), Ingeniero Plinio Rolando Forero, no dudó en aceptar la invitación realizada por el líder del grupo de investigación Diseño Sostenible en Ingeniería Mecánica (DSIM), doctor Miguel Fernando Montoya Vallejo a que conociera el campus, los laboratorios, las investigaciones, innovaciones y desarrollos tecnológicos, al igual que el gran desempeño académico de la institución.

“Estamos felices de conocer el trabajo y las investigaciones de la Escuela. Para nosotros es importante ya que cuando estábamos estructurando nuestro plan de acción, el reto más importante fue el de hacer alianzas con la academia; la academia para nosotros es un actor fundamental en el desarrollo de las regiones, por eso estamos aquí teniendo un espacio de diálogo único y contándoles de nuestras líneas de trabajos y proyectos, saber en qué punto nos podemos juntar y generar alianzas”, dijo Forero.

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Para el doctor Miguel Fernando Montoya Vallejo, en el camino de las alianzas que las universidades deben establecer con entidades territoriales, el sector privado o el gobierno, la Escuela descubrió que Corpochivor tiene unas líneas de trabajo en las que la Escuela los puede apoyar.

“La Corporación trabaja para darles solución a unos problemas que pueden ser abordados y solucionados desde las líneas de investigación que manejan los grupos de investigación DSIM y el Centro de Estudios Ambientales en la Escuela”, dice el ingeniero.

A lo que se refiere el ingeniero Montoya Vallejo es a que Corpochivor ya identificó algunos puntos del departamento de Boyacá en los que se pueden implementar, por ejemplo, las turbinas eólicas de eje vertical. Igualmente está atenta a darle valor a los residuos agroindustriales, e incluso, a producir materiales a partir de la pasilla del café, la cascarilla del arroz, el amero de maíz o el vástago de plátano.

“Queremos también analizar el procesamiento de datos, más aún si se tiene en cuenta que la Corporación lleva más de dos décadas midiendo las condiciones hidrológicas y meteorológicas en diferentes municipios de Boyacá. Ahí es donde nosotros podríamos entrar a caracterizar estas zonas en función de sus recursos renovables”, dice el profesor.

Por otra parte, la ingeniera Amalia Avendaño Sánchez, Directora del grupo de Investigación del Centro de Estudios Ambientales, asegura que existen varias oportunidades de cooperación con la Corporación en las áreas de gestión de residuos sólidos, sistemas de tratamiento del agua para poblaciones rurales, tratamiento de aguas residuales municipales y modelación de calidad del agua, de las cuales pueden surgir proyectos de investigación aplicada que atiendan a las necesidades y problemáticas de saneamiento ambiental de las comunidades.

“Establecer una alianza con Corpochivor, autoridad ambiental encargada de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables en más de 20 municipios del departamento de Boyacá, representa un abanico de oportunidades para nuestro grupo y juntos podemos lograr un mayor impacto en el medio ambiente y en la sociedad”, dice la profesora.

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Alianzas ganadoras

Y no solo es la Escuela, la universidad que quiere darle apoyo a Corpochivor, dice el líder del Grupo DSIM: “Las alianzas nos permiten crecer. Aunque es cierto que solos podemos generar impacto, unidos con una universidad de trayectoria como Los Andes, nos hace más fuertes y los resultados serán mayores”. Además, agrega, esta universidad lleva mucho tiempo investigando el tema de los valores agregados de los desechos que se producen en actividades y procesos agroindustriales y es fuerte en temas de infraestructura y acceso a tecnología de última generación.

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La doctora Alicia Porras, profesora de la Universidad de los Andes, adscrita al Departamento de Ingeniería Química y de Alimentos, y aliada estratégica del grupo de investigación DSIM, asegura que este acercamiento con Corpochivor ha permitido mostrar las capacidades a nivel de investigación y desarrollo que trabajan las dos universidades de tal forma que se pueda generar un convenio de cooperación para trabajar en retos de investigación y desarrollos productivos que beneficien a las comunidades con las que trabaja la Corporación.

“Cuando la academia, el gobierno y la empresa privada se unen se genera un alto impacto en el agro, como en este caso. Si tenemos en cuenta que Boyacá es una región agrícola que se caracteriza por cultivar diferentes productos, las universidades tenemos mucho que aportarles, principalmente en el área que yo trabajo que es el desarrollo de nuevos materiales. Mi interés radica en valorizar todos esos residuos agroindustriales de los cultivos de papa, café, cacao. La Escuela y los Andes tienen diferentes tecnologías que necesitamos llevar al campo, son desarrollos tecnológicos para generar nuevos materiales a partir de estos residuos, así que, necesitamos proceder con esa transferencia tecnológica para estas comunidades e involucrarla en estos nuevos avances a nivel de ciencia y tecnología”, dice la profesora Porras.

Grandes retos

Y aunque según ella, el reto es grande, en el caso de la biomasa, por ejemplo, “nosotros ya sabemos cómo valorizar esos residuos, cómo transformarlos en nuevos materiales, nuevos filamentos y hacer diseño de productos. Nos contaron que producen orellanas y que están pensando en cómo generar nuevos empaques que sean sostenibles, más alineados con la economía circular, las regulaciones ambientales, pues el conocimiento que nosotros tenemos lo podríamos implementar con estos residuos, diseñarles empaques y, al final, volverlos a meter a la cadena de valor de tal forma que al cultivador le genere valor agregado y la comunidad también se beneficie a nivel ambiental”, explica la académica.

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Termina diciendo que, siendo Colombia un país agrícola, el reto de unos y otros al 2030 es tener claro cómo valorizar los residuos agroindustriales. “Lo que queremos es que desde nuestras universidades generemos nuestras propias tecnologías, logremos escalarlas y comercializarlas para que nos volvamos número uno exportando estos productos que, por ejemplo, en Europa se consumen y son altamente valorados por los consumidores. Esta es la forma de mejorar la competitividad de nuestras regiones y nuestro país.

Aunque son varios los proyectos de los que se hablaron durante la visita de los funcionarios de Corpochivor a la Escuela, el director Forero asegura que primero se avanzará en el tema de la gobernanza del agua. “Toda la gestión que podamos hacer en cuanto al recurso hídrico como elemento vital para nuestro territorio (Boyacá) y el país, es poco. Es una línea de trabajo muy importante con sus variantes de calidad, cantidad y preservación”, afirmó.

Con la comunidad

La Corporación está trabajando con las comunidades el tema de los ecosistemas estratégicos y la biodiversidad; en procesos de delimitación y de declaratorias, donde cada agricultor juega un papel muy importante. También se avanza en la restauración ecológica pasiva, activa y algo muy alternativo, la reconversión productiva: cómo migrar de procesos poco sostenibles a procesos totalmente sostenibles de la mano con la comunidad.

En cuanto a economía circular, Corpochivor quiere minimizar el uso del plástico en todas sus formas. “Sabemos y hemos evidenciado que la universidad tiene un trabajo de economía circular bastante avanzado con materias primas amigables con el medio ambiente”, dice el director Forero.

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En cuanto a energías limpias, asegura el funcionario que es “algo que estamos necesitando en nuestro territorio; necesitamos llevarlo a la comunidad para que complemente este ejercicio de ser cuidadores de la naturaleza y que lo vean como una alternativa que les ayude a mejorar su calidad de vida”.

Sin embargo, dice Forero, el proyecto más importante en el que trabaja la Corporación es en recuperar la confianza de la comunidad. “Hemos hecho un ejercicio importante: acercarnos a la población. Con el programa Del escritorio al territorio, salimos de nuestras oficinas, visitamos a la comunidad y escuchamos sus peticiones”.

En la radio, por su parte, Corpochivor transmite el programa: “Camino ambiental”, a las 6 de la mañana y mantiene un servicio cercano a las comunidades con los “Corresponsales ambientales”; todas estas son herramientas estratégicas de trabajo con la comunidad y recuperación de la confianza institucional.