Para los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down que se graduaron este año, no existen condiciones ni limitaciones para sus corazones que laten con fuerza y para sus almas que quieren seguir adelante sin barreras.
Asistir a la ceremonia de graduación de los jóvenes estudiantes de la Corporación Síndrome de Down que completaron varios programas en la Escuela Colombiana de Ingeniería fue un acto significativo, emotivo y profundamente personal. Cada uno de ellos, acompañado por sus familias y tutores, personificó el amor por la vida, la tenacidad y la realización de sueños.
Sus rostros irradiaban alegría; sus gestos expresaban gratitud. Abrazaron, estrecharon manos, vitorearon al escuchar sus nombres, posaron para las fotos e incluso se animaron a ofrecer sus títulos a aquellos familiares que ya no están con ellos. Indudablemente, esta graduación reafirmó que el sentido de la vida es único, y las experiencias de los jóvenes graduados iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
La directora de la Fundación Síndrome de Down, Luz García de Galindo, expresó su agradecimiento a los asistentes y a las autoridades de la Escuela Colombiana de Ingeniería, quienes, sin dudarlo un instante, les abrieron las puertas a estos jóvenes, no solo para interactuar con su comunidad, sino también para formarse en sus aulas.
Para la Directora, este programa marcó un hito histórico en la universidad al educar a personas con discapacidad cognitiva, otorgándoles la certificación correspondiente y brindándoles la oportunidad de avanzar en la inclusión en la educación superior.
Durante la ceremonia, el Rector de la Escuela, Alfonso Rodríguez Díaz, pronunció un discurso especial destacando la importancia del programa de formación y el privilegio de contar con la presencia activa de cada uno de los jóvenes en todos los espacios de la universidad, participando plenamente en la vida comunitaria. Subrayó que la universidad continuará aportando calidez y calidad a las vidas de los niños, niñas y jóvenes de la Fundación, felicitándolos por los aprendizajes adquiridos y por el esfuerzo y compromiso demostrados en el desarrollo de habilidades para la vida independiente. También extendió sus felicitaciones a las familias, agradeciéndoles la confianza depositada en la institución.
María Fernanda Díaz Hernández, hermana de Pula Andrea, ofreció un conmovedor discurso en nombre de ella y su familia: “Sé que, tanto para mí como para cada uno de ustedes, hoy no es solo un evento formal; hoy es un día cargado de sentimientos de agradecimiento, respeto y emoción. Celebramos un logro más en la vida de nuestros hermanos, hijos, familiares y amigos, ya que han culminado una etapa más en su proceso para seguir formándose como excelentes personas con capacidades maravillosas y con el ánimo de enfrentarse al mundo sin sentir limitaciones ni barreras.
“Y más allá de ser un logro para ellos, también es un logro para los profesionales que día a día dedican su tiempo y paciencia a compartir su conocimiento e instrucción para enseñar y guiar a nuestros chicos. Es el logro de un padre, de una madre que entrega su vida y decide trabajar de la mano con su hijo; es el logro de un hermano que compartió juegos y enseñanzas”.
Jóvenes que realizaron el curso: Taller Hoja de vida y entrevista
Jóvenes que realizaron el curso: Programa de Entrenamiento, Liderazgo, Servicio y Logística
Graduandos del Programa de Formación Crecer Hacia la Vida Adulta
Fotos: Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito
Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
Fotos: Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito
Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
Fotos: Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito
Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
Fotos: Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.
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Los jóvenes de la Corporación Síndrome de Down reafirmaron durante su graduación en la Escuela que el sentido de la vida es único y que sus experiencias iluminan el camino y ofrecen esperanza para las generaciones futuras.